Entró casi como siempre. Lo único que tenía diferente en su cara era ese dejo de preocupación. Con el pelado lo miramos detenidamente. No se si por compasión o por costumbre tratamos de perdernos de su presencia. Como siempre el cruel destino que nunca es compañero nuestro hizo que se acercara a nosotros.Sin que lo invitáramos se sentó en nuestra mesa. Se pidió una Bols (eran las 10 de la mañana y de un sábado). Nos miro en silencio…-Me dejó… La muy hija de puta me dejo…El Pelado observaba como perdido. También yo estaba un poco en un limbo del que no quería regresar. Una rubia de locos entrando a lo del gallego a tomar el desayuno.- Me dejó, desde el miércoles que no se nada de ella. Le di todo lo que pude todo lo que tenia todo lo que necesitaba. Y se fue, así, como si nada hubiera pasado entre nosotros. A mover el culo por la noche, la muy puta. Mira que me habían dicho que era de traicionar. Pero esos ojos esa mirada. Quien podía pensar que la muy puta…Yo trataba de no perder de vista a la rubia, y el Pelado de no perder un pelo más de paciencia. Se sentó afuera; la rubia lamentablemente. Lucas seguía en diagonal mío y al lado del pobre Pelado..Justo hoy que habíamos decidido juntarnos después de que Lucas había desaparecido. Era una especie de festejo y dudas de saber como andaba, si alguien sabía algo de él. Por suerte estaba de espaldas a la puerta justo cuando el Tano hizo el intento por entrar. Oportunamente me hizo la seña salvadora (para él) que me llamaba.- Me dejo chicos. ¿No me entienden? Se fue. Dejo todo y se fue.Solo faltaba que se tomara la cabeza… Lo hizo…- No se que es lo que voy a hace. Solo. La casa. El silencio. El…El Pelado no aguanto más… Golpeo la mesa y exploto…- ¿El qué...? Es un gato, un bicho.- No hables así.- ¿Y como querés que le diga? Se es un gato. A las cosas hay que llamarlas por su nombre.La cara de Lucas se iba transformando. Y su tono de voz la acompañaba.- ¿Lo estas escuchando?Yo solo me imaginaba como acercándome a la rubia y desnudarla poco a poco.- ¡Jerónimo! ¡Lo escuchaste! Lo quiero matar.Lucas no es capaz de matar a nadie, solo irritaba a la gente con todas sus ideas, pero eso no es mortal.- A ver Lucas ¿era un gato, o no?- Sí, pero eso no tiene nada que ver.- No te preocupes, debe andar por ahí, seguro que ya va a volver.- Sí, después de que se canse de que se la cojan, vuelve.Al pelado le encantaba provocar a todos. Pero se había ido un poco al carajo.- Baja un cambio Pelado.- Pero Negro, es un gato, y un gato coje. Es su esencia. La tendría que haber castrado. Pero no, el muy pelotudo la quería al natural. Si él no se la coje la gata busca otra pija, estriada, como le gusta.- Para un poco Pelado…- No Negro. Que reaccione. Un gato es así, un día te chupa todo lo que tenes y una noche, CHAN. Se te raja. Y cuando te necesita otra vez, vuelve como se fue.- Escuchame Lucas, en eso el Pelado tiene razón.La rubia seguía sentada gozando del sol, y yo envidiando como Febo se regodeaba de ese cuerpo esplendido.- Son dos boludos, vos un hijo de puta que se caga en todo Pelado de mierda. Y vos sos un Negro de mierda al que no le importa nada lo que le pasa al otro… La verdad es que no se para que mierda vine.Tomo de un solo sorbo lo que le quedaba de su ginebra. Nos miro con un poco de odio, y se fue. La rubia seguía sentada. Cuando Lucas pasó al lado, le dijo algo al oído…- ¡Es un hijo de puta! ¿Decime como mierda hace Pelado? Recién estaba llorando por un gato de mierda y ahora le dice dos boludeces a esa rubia y se va con ella. Además nos dejo como siempre de garrón la ginebra. - No te preocupes Negro. Desquitate un poco pateando la bolsa. Se escuchas unos maullidos dale con más ganas, los gatos se recuperan rápido. ¿Otro café…?