El miedo me ahoga. Cierro mis ojos, con fuerza. Para seguir adelante he de cruzar la cuerda floja. El corazón se me acelera y late con tal ímpetu que retumba en mis oídos. Comienzo a marearme. A pesar de todo, mi deseo es más poderoso y me dispongo a dar el primer paso.
Si he de morir que sea en el intento.

Uno de los secretos de una vida feliz está en darse constantemente pequeños gustos.
2 comentarios:
Qué gran verdad la última frase! Me gusta mucho la foto de la llave!
totalmente hay que darse gustoosssssss
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