Yo no sé nada.
Tú no sabes nada.
Ud. no sabe nada.
El no sabe nada.
Ellos no saben nada.
Ellas no saben nada.
Uds. no saben nada.
Nosotros no sabemos nada.
La desorientación de mi generación tiene su explicación en la dirección de nuestra educación,
cuya idealización de la acción, era - ¡sin discusión! - una mistificación, en contradicción con nuestra propensión a la meditación, a la contemplación y a la masturbación. (Gutural, lo más guturalmente que se pueda.) Creo que creo en lo que creo que no creo. Y creo que no creo en lo que creo que creo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario